Mia Salazar es una venezolana de cuerpo despampanante, cabello largo y dorado, además de unas enormes y redondas tetas. A esta traviesa veneca le tocó postular para un puesto de trabajo y no dudó en usar sus atributos para convencer al reclutador de contratarla, su curriculum no fue lo único que entregó puesto que frotar el culo en el pantalón del jefe era una mejor demostración de sus habilidades. El hombre se calentó a instante y no tardó en quitarle toda la ropa.<br><br>El jefe hundió la cara entre esas redondas y pálidas nalgas, comenzando con un buen beso negro, una lamida de concha y fuertes succiones en los glúteos, dejándola mojadita. Ella no se quedó atrás y le regaló una buena chupada de verga al jefe, mostrando que era toda una experta en el arte de complacer.
Mia Salazar es una venezolana de cuerpo despampanante, cabello largo y dorado, además de unas enormes y redondas tetas. A esta traviesa veneca le tocó postular para un puesto de trabajo y no dudó en usar sus atributos para convencer al reclutador de contratarla, su curriculum no fue lo único que entregó puesto que frotar el culo en el pantalón del jefe era una mejor demostración de sus habilidades. El hombre se calentó a instante y no tardó en quitarle toda la ropa.<br><br>El jefe hundió la cara entre esas redondas y pálidas nalgas, comenzando con un buen beso negro, una lamida de concha y fuertes succiones en los glúteos, dejándola mojadita. Ella no se quedó atrás y le regaló una buena chupada de verga al jefe, mostrando que era toda una experta en el arte de complacer.
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